No hemos sabido cuidar de Cecilia

NO HEMOS SABIDO CUIDAR DE CECILIA

Por SuprvisoraEnfurecida @SupervisoraEnfu

Martes, 18 de julio de 2017

Hoy ando enfurecida hasta la lágrima. Es uno de esos días en los que el estómago se convierte en una pelota que pretende salir por la boca. La noche del martes 9 de mayo Cecilia tuvo un percance grave en una residencia de personas mayores en Arganda. Durante la noche quiso levantarse y su pierna quedó aprisionada entre los barrotes de la barrera de su cama. Vinieron los bomberos a liberarla. Vino el 061. Murió por las heridas en el hospital. La noticia ha saltado a los medios hace unos días y entonces nos hemos llevado las manos a la cabeza, unos más que otros.

¿Qué ha pasado? Que como sociedad no hemos sabido cuidar de Cecilia ¿Por qué? Porque las lógicas del mercado han penetrado (sí, he dicho pe-ne-tra-do, y lo he dicho con ira) hasta lo más hondo y lo más frágil de la condición humana. Hasta donde nadie protesta. Hasta donde residen los más vulnerables: aquellos a quienes deberíamos sostener entre las palmas de nuestras manos. Y hasta la res publica.

Hemos permitido, a través de la consejería de turno, que se recorte salvajemente en cuidados a nuestros ancianos: 1 enfermero y 10 auxiliares para 340 residentes es una ratio de mierda. No voy a justificároslo con informes técnicos porque aquí basta con aplicar el sentido común. Ratio barata en términos del mercado, a saber, lo que importa es que nos cueste poco. Un dispendio en términos de seguridad del paciente, es decir, inversión de dinero público tirada a la basura: aunque sea poco dinero, no es coste-efectivo.

Y ahora ponte en situación: eres una persona mayor, que ha trabajado toda su puñetera vida, cotizando hasta el último céntimo, llegas a ese momento en que deberíamos cuidarte con mimo. ¡Zas! Pues no… destinamos el dinero a otra cosa. A priorizar, a través de una reforma constitucional, el pago de la deuda externa. Por ejemplo. Me pregunto ¿realmente es aquí donde hay que quitar la financiación? ¿O es aquí donde están los que no suelen protestar demasiado? Flaquea el valor del cuidado y el respeto a los mayores. Una sociedad que no es capaz de cuidar de los más frágiles no es una civilización, es una carnicería. Disculpad, esta última frase es una adaptación mía de una idea de Gandhi.

¿Y sabéis lo que más me enfurece? Que lo sabíamos: que el enfermero lo había denunciado. Que lo sabemos: que la investigación en servicios de salud dice que por cada 10% menos de enfermeras, con respecto a la presencia de otros profesionales menos cualificados, la mortalidad de los usuarios se incrementa en un 12%. Repito, por si no quedaba claro: la mortalidad se incrementa en un 12%. Que como sociedad estamos a por brevas. Y que representantes de profesionales de la salud, gestores y políticos de medio pelo, se pasan la evidencia y la dignidad por el forro de los cojones. O por ahí donde no llueve. Como ustedes prefieran.

#PorCecilia

#CuidadoAlVulnerable

8 comentarios en «No hemos sabido cuidar de Cecilia»

  1. Hola:
    Sin pretender desmerecer en absoluto el acto de Jesús Serrano, #PorCecilia, hay que exponerlo todo con franqueza:

    1) Cuando encontraron a la malograda Cecilia estaba consciente, y manchada con restos de sangre ya seca ¿tranquilita, o qué? Y sus compañeros ¿sordos, mudos, ciegos y tranquilitos o qué? ¿cuántas horas se presupone que estuvo así sin que ninguna de las 11 personas trabajadoras pasaran por su habitación, o se asomaran a las proximidades? (presupongo que no habría que meterse siquiera en la habitación)

    2) ¿Jesús hubiera acudido a la fiscalía si hubiera podido liberar a Cecilia por sus medios – sin bomberos- y/o le hubiera respondido el jefe, como en la anterior muerte por contención de la que fue testigo, y que no denunció en ese momento?

    3) Personas como Cecilia, en su casa particular, o en el hospital, tienen asistencia enfermera QUE NO PAGAN DIRECTAMENTE (ni copagan). Cecilia tendría que abonar el pago de estos servicios dentro de la residencia… insuficientes al parecer. Cecilia también tendría derecho a esa asistencia sanitaria pública gratuita… pero pagaba a otra persona aunque se tratara de un servicio público, igual que pagaba la residencia ¿Es necesario contratar más enfermeros de servicios sociales, lo que supone duplicar servicios que al final parecen insuficientes, y que los usuarios paguen por ello? ¿por qué esta asistencia no se cubre con personal sanitario… que no requiere copago?

    4) Finalmente, estoy absolutamente seguro que casos como este han intentado ser visibilizados por cientos de familiares, seguro que infructuosamente. Ha sido necesario un solo trabajador y la providencia veraniega. En verano, cuando hay escasez de noticias y trasiego político es cuando afloran cuestiones como esta, preferentemente con imágenes que resultan incómodas, pero indudablemente necesarias. Este año Cecilia, el pasado el malogrado anciano de Carlet (http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2016/09/07/57cfbf1822601d8a3d8b4589.html), y el anterior el incendio de la Residencia La Fe. Siempre se cargan las tintas en la mejora de las condiciones laborales (que no digo que no sean necesarios) con lo cual se desenfoca – injustamente a mi parecer- el verdadero problema. Otros casos de las terribles circunstancias que pueden vivir los ancianos dependientes en residencias han pasado más desapercibida, como el caso de violaciones múltiples (con alguna muerte) una aciaga Nochebuena (http://www.elespanol.com/sabadodomingo/20160102/91490864_0.html ). En el caso de la Fe se proponen varios años de cárcel para una mujer incapacitada, que legalmente parece que tendría la misma responsabilidad de un niño pequeño, cuando resulta un forense y un juez hubieron de supervisar la idoneidad de su ingreso en una residencia geriátrica, que además carecía de permisos (http://www.elmundo.es/sociedad/2017/06/19/5947906de5fdea463a8b462f.html ). Curioso.

    En definitiva, gana la banca, pierden los de siempre, otros ganan fama y el resto carda la lana.
    Y tendremos que esperar a ver qué nos depara el verano que viene cuando esto pase, y volver a poner el grito en el cielo. A ver si lo resuelven antes de que cumplamos los 70, hombre. #PorCecilia

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    • Apreciado Lupo.
      Le agradezco mucho su comentario al post y me permito responderle ya que, como dice mi madre, me gusta más a mí un buen debate que a ella las gambas. Voy por partes.
      No pretendo defender al enfermero, ni merecer ni desmerecer su actuación: no estaba allí y no seré yo quien especule sobre ello. Por ese motivo no voy a entrar a fondo en su primer punto, salvo para decirle que la sangre se coagula en minutos (menos mal, porque si no tendríamos un problema grave como especie), y que una persona de 93 años tumbada en el suelo muchas veces apenas puede emitir sonido alguno. Respecto a todo lo demás, nos lo tendrían que responder las personas que estaban esa noche: la carga de trabajo puede llegar a ser brutal según el grado de dependencia de cada residente.
      Con respecto al punto 2, el único que nos podría responder es el propio enfermero. De nuevo, no voy a defenderle ni a acusarle. No tengo datos al respecto. Repito: yo no especulo. Pregúntele a él.
      Con respecto al punto 3, no entiendo qué quiere decir, o no estoy segura de comprenderlo. No entraré en discusiones si no sé bien a qué atenerme.
      Con respecto al punto 4, efectivamente, estoy de acuerdo con usted: el maltrato a los ancianos es algo muy miserable, se visibiliza poco y mal (le recomiendo leer a mi colega de profesión, Carmen Sarabia). Y es una lástima que, como usted dice, se carguen las tintas en temas de mejoras laborales. ERROR DE BULTO, y no me refiero para nada a eso. El foco debe ser el usuario y los recursos deben ser los adecuados para dar respuesta a sus necesidades: lo que se llama adecuar las expertías y los ratios (skill mix) a la casuística (case mix). Todo lo demás son chorradas.
      Y me pongo en modo enfurecida. Porque lo estoy. Y mucho. Lo que yo no veo, por ningún lado, es que políticos y gestores asuman su responsabilidad. No apunto a nadie, reflexiono en voz alta sobre algo que me parece una situación generalizada. Donde como sociedad hemos perdido el calibre de lo que realmente importa. La responsabilidad de un político es hacer que las cosas sucedan para responder a las necesidades de la población. La responsabilidad de un gestor es llevar a término estas políticas y ayudar a ajustarlas a la realidad. En este caso, los gestores de la residencia deben analizar la casuística y partirse la cara por que se dote con el adecuado skill mix.
      Y ahora sí que voy a lanzar preguntas al aire: 1) a nivel político, ¿qué dice la normativa de la Comunidad de Madrid con respecto a las ratios y expertías en residencias de personas mayores? ¿son irrisorias, por tanto, hemos consolidado la estupidez a nivel de normativa? 2) a nivel gestor, los gestores de esta residencia ¿han hecho un análisis de su casuística y han adaptado la plantilla a ella? Había 11 personas… Tal vez en lugar de 1 enfermero y 10 auxiliares, se necesitaban 5 enfermeros y 5 auxiliares… o más número de profesionales. Pero no para el bienestar de los profesionales, sino porque los usuarios lo necesitan.
      Sí, ya sé lo que me va a decir, que deje de escuchar a ese unicornio rosa que sólo yo puedo ver (esto lo he aprendido de un compañero). Pero es que no puedo. Alguien tiene que escucharle.

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  2. Hola de nuevo:
    Muchas gracias por contestar.
    Aclaraciones sobre el punto 3 (que me resulta extraño que no entienda, si está familiarizado con residencias): los ancianos asistidos en residencias pagan, y mucho. También en las públicas. Si se tiene reconocida la dependencia se copaga igualmente Y si no pueden, o las administraciones hacen mal las cuentas, las deudas se heredan, de forma que en ciertas Comunidades – como Asturias – hay miles de familias que, una vez muertos los usuarios, deben aún miles de euros (hasta más de 90.000 por familia ) por la asistencia que han recibido los ancianos en residencias públicas: http://www.interviu.es/reportajes/articulos/el-gobierno-de-asturias-reclama-el-gasto-de-los-muertos. Ese dinero es para pagar el conjunto de la asistencia, se presupone que calculado para que resulte adecuada, suficiente y profesional, incluyendo por tanto el pago al personal de enfermería del centro. Si Cecilia era usuaria ordinaria del sistema sanitario, presupongo que tenía derecho a la asistencia enfermera/ médica/ auxiliar GRATUITA en hospitales, o ligada a su centro de salud, como tienen los ancianos atendidos en casa. En cambio, por el hecho de estar ingresada en residencia, se vería obligada a pagar los cargos de enfermería del centro, conjuntamente al resto de los servicios hoteleros. Me da igual que este trabajo se haga “in situ” o no. A día de hoy, en ningún momento la legislación ha establecido el copago de servicios sanitarios de la asistencia enfermera o médica. Este copago lo están introduciendo solapadamente a través de otra cosa que llaman servicios sociales, y que en realidad es un sistema sanitario de segunda categoría, destinado especialmente a los seres humanos descatalogados o desvalidos, y que no pueden protestar por el abuso económico al que se les somete porque no están en su mejor momento. Estos marginados son precisamente, los que han dado muchos años de su vida para construir este sistema sanitario que disfrutamos, puesto que han llegado a las edades avanzadas. No estoy de acuerdo en que se contraten más enfermeros a cargo de servicios sociales públicos y con pagos directos del usuario para sufragar su sueldo. Los enfermeros deberían ser profesionales sanitarios, entendiendo con ello que están ligados al sistema sanitario, con los fines propios del mismo y que ofrecen a los usuarios los servicios en las condiciones económicas establecidas por este sistema, hasta que se decida cambiar si ello llega . Si los enfermeros quieren ser trabajadores de Servicios Sociales habría que redefinir el sistema, puesto que la mayoría de estas consejerías no tienen definidas competencias sanitarias, de forma que todo resulta absolutamente irregular, confuso – a la postre – abusivo. Los trabajadores de servicios sociales, al menos en mi comunidad, tienen otras competencias distintas que, efectivamente, se pagan o copagan, lo mismo que se pagan las asistencias de auxiliares privada.

    Respecto al punto 4, creo que coincidimos. Pero dar la vuelta a las ratios y hablar de la equivocación o no de los gestores supone seguir apostando un sistema de atención a la dependencia que a nadie convence, y supongo que nadie querremos “disfrutar”. Yo no, al menos .

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  3. Sano debate, mi aportación a partir de la segunda de Lupo: “lo sociosanitario” es un contínuo en el que a ver quién es el guapo que pone la raya, y dónde, para decir “esto es sanitario, esto es social”. O sea, “no me toques mi cacho”. “El guapo” no son ni las asociaciones gremiales (que tienden a empujar a su favor) ni los burócratas políticos (que tienden a des-empujar para vivir más cómodos).
    Las soluciones, creo yo, no están en las habituales normativas “de techo” (hasta aquí llegas, ni sueñes con pasar) como de suelo (si quieres y vales, lánzate y vuela con estas reglas generales). Soluciones locales a problemas locales dentro de un marco global, vaya.
    Por lo demás, si somos capaces de hacer(nos) las “preguntas de la certeza” (¿qué problema tengo, cómo, con qué agentes y en qué mix lo soluciono mejor?), sin prejuicios e intereses, llegaremos a la conclusión de que todos somos al tiempo necesarios, pero también contingentes, sustituibles a corto-medio plazo. Y de que nuestras competencias (por no decir tareas o funciones) se solapan; que las asuma en cada coordenada tiempo-espacial quien mayor valor añada.
    Saludos
    PS.- Los países más avanzados ya no hablan de servicios sanitarios y/o sociales, sino de servicios sociosanitarios, integrando todos los recursos valiosos.

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  4. Una matización al caso asturiano. La Ley del Principado de Asturias 4/2016, de 4 de noviembre, de suspensión de liquidaciones de las deudas reclamadas a herederos de los usuarios fallecidos de los servicios residenciales públicos del Organismo Autónomo “Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias” (aprobada en la Junta General por la oposición, con el voto en contra del partido gobernante) pretende resolver ese problema.

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  5. Buenas noches. Muy interesantes las aportaciones.
    Soy enfermera. Mi función principal y razón de ser de las enfermeras es el CUIDADO. Llámenlo Residencia, llámenlo Centro Social o llámenlo centro Sociosanitario. La enfermera y el equipo de cuidados que encabeza lo que va a hacer con su residente / usuario / paciente es CUIDAR, CUIDAR Y CUIDAR.
    Y un equipo de 1 enfermero + 10 auxiliares, se mire como se mire, no puede ofrecer unos cuidados de calidad a 340 pacientes repartidos en 6-7 plantas. Es un riesgo para la integridad y la vida (a la vista está) de las personas a su cuidado.
    La Ratio era conforme a la ley? Que los políticos de turno cambien la ley, pero que la cambien consultando a los profesionales, que son los que saben del tema y los que incluso se dejan su salud por la elevada carga asistencial.

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  6. La realidad es que hay tantos problemas sociales q afectan a la salud q no sobra nadie.La cuestión es q las cosas se hagan para mejorar la calidad de vida de las personas y no quién las hace. Las ha de hacer aquél profesional sanitario q esté más capacitado y disponga de tiempo y ganas. Porque estos problemas más que medicinas, necesitan cuidados y mejoras en condiciones de vida. Mejoras en salarios, vivienda, medidas de prevención y promoción, etc y esto es responsabilidad de tod@s.

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  7. Bien sabemos los sanitarios que los políticos no tienen ni idea del funcionamiento de centros sanitarios y si alguno ha sido sanitario y se ha metido en política pronto olvidan (el no tengo tiempo ni para saludar como se debería a los usuarios) y todo lo que estarian dispuestos ha,realizar por una mejora sanitaria se queda en el recuerdo de un quiero y no puedo , burocracia prioridades del partido intereses no muy bien entendido por los que no entramos en esa politica que cada vez nos desencanta y con razón ! para ser mas exacta con muchos millones de razones robados , malgastados perdidos etc…etc..
    Conciencia , la clase pomitica debe tomar conciencia que mas de la mitad de poblacion no tenemos para pagar un centro privado donde el porcentaje de trabajadores de las diferentes categorias este en acorde con los usuariaos , y que esa población es la que pone el dinero para que ellos lo administren en mejoras para la ciudadanía no para mejorar sus condiciones de vida . Yo veo el unicornio rosa lejos y asustado pero incapaz de abandonar a los que dieron parte de sus sueldos para vivir mejor todos no unos pocos ,. Con respecto a la cantidad de personal que atendian a la difunta Doña Cecilia decir que no hubiera cambiado nada el que fueran 5 enfermeras y 5 auxiares no estamos hablando de la administración de ninguna medicacion hablamos de la falta de atencion y hablamos de una carga asintencial de 350 personas imagino con una alra dependencia para 11 personas , seamos serios y no culpabilicemos a la cabeza de turco .

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