Dieciocho peldaños: tu escalera de confianza

Dieciocho peldaños, dieciocho.

Esos son los peldaños que van desde el Parking hasta la planta comercial de mi “supermercado de confianza”.

Son apenas 20-30 segundos subiendo en “Andante ma non tanto”, pasando por una entreplanta con descansillo incluido que da acceso a la calle.

Dieciocho peldaños repartidos en diez desde el Parking hasta la mencionada entreplanta y ocho más hasta el supermercado propiamente dicho.

En el Parking también hay, por supuesto, un ascensor. En él caben holgadamente tres carros metálicos con sus correspondientes “pilotos”.

El viaje en ascensor dura, desde que lo llamas hasta que sales de él en la primera planta, alrededor de un minuto y medio.

Suelo ir bastante a menudo a ese supermercado y cada día observo la misma conducta: personas sin carro y, aparentemente, sin problemas de movilidad que utilizan el ascensor para evitarse esos dieciocho peldaños y personas que suben en el ascensor porque han adquirido un carro en el parking.

A diario veo carreras, prisas y agobios. La gente va a comprar como si no hubiera un mañana. Hay auténticos fitipaldis que te adelantan por la derecha en el pasillo de los congelados para hacerse con una barra de pan (precocinada) calentita. Personas que lanzan una mirada inquisidora a la cajera cuando tienen dos clientes por delante en la cola y la sufrida trabajadora no llama a nadie para abrir la otra caja. “Perdona, tengo prisa, ¿vas a llamar para que abran otra caja?”.

Son las mismas personas a las que, cuando vas a pagar con tarjeta y van detrás de ti en la cola, tienes que pedirles, por favor, que se retiren un poco porque tienen el hocico casi metido en el datáfono.

Esas personas que no pueden perder un minuto porque les va la vida en ello. Esas personas son las mismas que, con su pequeña compra en su bolsa de rafia, utilizan el ascensor para bajar. Minuto y medio.

Las escaleras son las grandes olvidadas de los supermercados. Algún día construirán uno sin escaleras y nadie se dará cuenta. Me gustan las escaleras, por eso las utilizo también en mi trabajo diario.

El complejo hospitalario de Matalascabrillasdelmonte tiene muchas escaleras. Cada día, para llegar a mi planta subo exactamente 142 peldaños. Sí, los he contado. Es lo que tiene llegar alguna vez a trabajar con tiempo de sobra: que puedes contar los escalones que subes. Algún día tengo que contar los que hay al bajar, por si acaso han recortado alguno…

 

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