Hasta la vista, Presidente.

Hasta la vista, Presidente. Ya era hora.

Ya era hora de que agarrara usted el abrigo y el sombrero y dejase el cargo. Éramos muchos los que se lo estábamos pidiendo desde hace tiempo.

Quien no le conozca pensará que ha tomado usted las de Villadiego y ha puesto pies en polvorosa de improviso. No sólo deja usted la presidencia de la comunidad de este bloque, también se marcha del Consejo de Presidentes de Comunidad del Barrio y del Club Sociocultural “Peineta y Mantilla”. Pero los que le conocemos sabemos que esto ha sido premeditado. Todos lo sabemos. Se marcha, pero lo deja todo atado y bien atado.

Para empezar, esas elecciones que ha convocado usted en las vísperas de las fiestas de otoño del barrio, con medio bloque preparando las guirnaldas y llevando a los críos a sus ensayos del baile. Con los vecinos sin apenas tiempo para reunirse y proponer sus candidatos al cargo.

Han sido unos días de infarto, de nervios, de corrillos. Su íntimo amigo, mano derecha y compañero de tabernas y otros lares, bien rápido que distribuyó panfletos en los buzones postulándose como futurible sucesor. Casi antes de que usted publicara que se marchaba en el tablón de anuncios junto al ascensor. Es lo que tiene el vivir pared con pared.

La vecina del sexto derecha también dio un paso al frente e inició campaña. Era la favorita de gran parte de los vecinos, al menos en las conversaciones de escalera. Hasta los “perroflautas” (como usted los llama) del quinto izquierda retiraron su candidata para no dividir los apoyos.

También se subió al carro electoral el vecino gruñón del bajo d. Pero lo de este buen hombre ha sido más por hacer ruido y dividir al electorado que por luchar por esta, nuestra comunidad. Y eso que durante un tiempo fue para usted un auténtico azote en las juntas de vecinos. Pero desde aquel problema de fontanería que acabó con la inundación del cuarto de contadores, su actitud para con usted ha pasado a ser de cierto “servilismo refunfuñado”.

Tres candidatos, tres. Bueno, a decir verdad, cuatro, porque en el último suspiro se unió al “casting” la propietaria del local anejo a la sede del sindicato. Se rumorea en los mentideros que esa candidata ha sido puesta por usted de relleno, para restar más apoyos a la candidata favorita de la escalera.

Pero claro, como decía más arriba, “atado y bien atado”. Tal y como está montado el sistema de elecciones a la Comunidad, se antojaba tarea harto complicada que alguna candidatura que no fuera la de su amiguete contara, ya no digo con los apoyos necesarios, sino con los requisitos para acceder al cargo. Y en esto de poner y anular requisitos hay que quitarse el sombrero con usted.

Saldrá proclamado su sucesor, pero ya nada volverá a ser como antes. Algo se ha empezado a mover en las escaleras. Ya no son solamente los del quinto izquierda los que les han salido respondones. Los propietarios están empezando a abrir los ojos y a preocuparse realmente por conocer en qué se invierte la cuota que religiosamente pagan trimestralmente. Los propietarios están empezando a querer saber. Y cuando descubran todas las mentiras y la podredumbre que hay en torno a su cargo, quizás algunos se lamenten de haber estado tanto tiempo sin acudir a las Asambleas de la Comunidad.

Hasta la vista, Presidente.

Tanta podredumbre lleves, como escoria dejas.

 

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