#MaxMarcas es el hashtag que ha lanzado la Asociación Nueva Enfermería para dar a conocer un hecho gravísimo.
Resulta que el Consejo General de Enfermería (CGE) les ha puesto una demanda en el juzgado de lo mercantil. ¿El motivo? El uso que la Asociación ha estado haciendo de la marca que tiene registrada el CGE: “en Nueva enfermería”. ¿Cómo? ¿Tú tampoco conoces esta “notoria” marca? Pero ¡en qué mundo vives!
Logotipo y nombre comercial registrado
por el Consejo General de Enfermería.
La demanda del CGE no es más que una burda estratagema para callar voces críticas con la gestión y con el papel del CGE y de su propio Presidente.
El CGE registró la marca días después de la aparición en redes sociales del grupo “NUEVA ENFERMERÍA”. Grupo que meses después decidió dar el salto y constituirse en Asociación, tal y como podéis ver en su web www.enfermerianueva.com. Según comentan en su último post, de la historia del registro de la marca no han tenido conocimiento hasta que les ha llegado la demanda. No ha habido el aviso previo que estipula la ley. El CGE se lo ha saltado a la torera. Ha usado sus (nuestros) servicios jurídicos para arremeter contra la Asociación Nueva Enfermería.
No es la primera vez que el CGE registra una marca para intentar callar a los “rebeldes”. Ahí tenemos el caso reciente del amigo Chema Antequera Vinagre, Defensor de la Enfermera en Twitter. Chema Antequera vio cómo el CGE registró su nombre de RRSS, en una retorcida maniobra para silenciar sus reconocidos puntos de vista diametralmente opuestos a las “doctrinas” de la Mesa de la Profesión (#mesacamilla de dos patas que realmente es una, como bien cuenta Nueva Enfermería aquí y aquí).
Recordad también la sucia maniobra que denunció la Asociación Madrileña de Enfermería Independiente (AME). El propio Sindicato de Enfermería SATSE, compañero de mesa (y hasta hace poco, de casa) del CGE, intentó registrar el logo y la marca que venía utilizando dicha Asociación. Podéis leerlo pinchando aquí.
El modus operandi está claro: “si me critica y va en contra de mis intereses, registro su marca” (o los espío…). De ahí lo de #MaxMarcas.
Pero lo que consigue con este juego sucio es el efecto contrario. El CGE está subestimando el poder de las redes sociales. Unas redes sociales que ya han unido a multitud de profesionales en contra de las prácticas amedrentadoras del Consejo. La campaña #YaNoMax frente a la querella interpuesta por el CGE contra Juan Hernández Yáñez ha sido un punto de inflexión. Las voces críticas se han alzado y han traspasado el 2.0 para llevar a cabo acciones en el cara a cara. Algo se ha empezado a mover en la Enfermería y ya no se va a parar.
Pues bien, en este clima de, digamos, guerra abierta entre el Consejo y las voces críticas, decidí hace meses registrar el nombre del Enfermero Mileurista. Bien conocida es mi postura crítica para con el Consejo y su Presidente. Bien conocido es el humor ácido que respiran mis memes y demás publicaciones en RRSS. Soy consciente de que en algún momento alguien se haya podido ofender, pero en su cargo público está la penitencia de que se cuestionen y caricaturicen sus actuaciones y sus palabras. Si la Revista “El Jueves” hace caricaturas de los políticos y hasta de la Casa Real, ¿por qué no va a poder un enfermero hacer crítica y humor con las declaraciones y apariciones estelares de sus “representantes”?
No me amparo en el anonimato. Cualquiera que me busque, me puede encontrar. El Consejo General de Enfermería sabe desde hace tiempo quién es el Enfermero Mileurista. Los mismos abogados que llevan los asuntos de marcas del CGE me contactaron para llevar la gestión de la mía. Ya sabéis: #MaxMarcas…
¿Quién sabe? Quizás mientras escribo estas líneas hay un burofax viajando hasta la puerta de mi casa; o una querella por atentar contra el honor de quien mancilla a diario a esta noble profesión. Amenazas, amenazas y más amenazas. Ninguna de ellas conseguirá apagar el clamor de una profesión que empieza a despertar del letargo. En el CGE lo saben. Y también quiero que sepan que seguiré gritando que ya está bien; que estamos hartos de presuntos pucherazos; que estamos cansados de que no nos digan lo que hacen con el dinero de NUESTRAS CUOTAS; que queremos una institución enfermera abierta a la participación de las enfermeras…
En definitiva, que #YANOMAX!